Algunos peligros de la adopción acrítica de la noción de representación social en el campo de la educación
Resumen
Es evidente que la Teoría de las Representaciones Sociales (TRS) constituye un enfoque pertinente para la reflexión e investigación en el campo de la educación en general y de la enseñanza de lenguas en particular. En este sentido, Castorina, Barreiro & Carreño (2010) muestran que la TRS introduce aportes relevantes para el análisis del conocimiento de los alumnos. También en el campo de la enseñanza de lenguas extranjeras, Klett (2012, p.3), considera “esencial la investigación que revele con claridad cómo se teje el mundo representacional de los idiomas donde se entrelazan consideraciones sobre la belleza, la utilidad, la riqueza, la musicalidad o la facilidad de las mismas”. Sin embargo, aun cuando la TRS constituye un marco adecuado para abordar una variedad de problemas en el campo de la educación y de la enseñanza de lenguas extranjeras, ya Castorina & Barreiro (2014) señalan los inconvenientes de la utilización por parte de los investigadores de la categoría de Representación Social (RS) de manera acrítica y aislada “de la teoría que la define, sin considerar sus compromisos epistemológicos, metodológicos ni sus relaciones con otras categorías de las ciencias sociales” (p. 54). Por ello, en este trabajo nos proponemos reflexionar acerca de ciertos problemas que se esconden detrás de la adopción irreflexiva del concepto de RS en el campo de la educación.