En marzo de 1572 fue detenido por la Inquisición y encarcelado en los calabozos que en Valladolid tenía el Santo Oficio. Los cargos que habían contra él tenían que ver con su predilección por la Biblia hebraica en lugar de la Vulgata y la traducción al castellano que había realizado del libro del Cantar de los Cantares. En una época en la que en España se vive una auténtica caza de brujas ante las temidas desviaciones de los protestantes y otros grupos heréticos, es fácil que un personaje con los antecedentes y características de fray Luis sea punto de mira del terrible tribunal. Durante su encarcelación escribió mejores y mas poemas. La labor de traducción bíblica de fray Luis se centra en el Cantar de los Cantares, como ya hemos dicho, pero también en el libro de Job y en algunos Salmos. Se aprecia el alma, la voz poética y espiritual de fray Luis de la escritura y la poesía.
Luis de León se centraba en la traducción literal ya que decía que volvía el texto en su lengua palabra por palabra. Él escribió más obras en latín y hebreo que en castellano. Sus obras completas latinas fueron editadas por primera vez en Salamanca, entre el 1891-1895 . Como se mencionó previamente, Fray luis de León dedicó una intensa labor de traducción y comentario al Cantar de los Cantares y hoy se conocen, al menos, seis trabajos sobre esa obra bíblica.Fray Luis de León solía terminar la traducción o comentario de un libro sagrado con la versión en verso del mismo.
Su cultura y modelos eran clásicos, humanismo cristiano y cultura bíblica. Luis de León dice que la Triplex explanatio es la traducción latina de la obra castellana sobre el Cantar, que tantos problemas le había causado, y que lleva algunas adiciones.La obra latina no es en modo alguno una traducción literal de la obra castellana, sino una obra totalmente nueva, basada eso sí en la obra castellana. Esta es mucho más extensa ya que aporta datos mucho más completos y más eruditos. Está pensada para toda clase de lectores. Pero, sobre todo, va dirigida a lectores cultos, que conozcan la literatura clásica, tanto latina como griega, y tengan una buena formación hebrea. La obra castellana estaba pensada para una sola persona; iba dirigida a una monja.
Fray Luis hace gala a cada paso de sus amplios conocimientos de los clásicos latinos y griegos citando largos pasajes de ellos, sobre todo de Virgilio y de Horacio, de los Santos Padres griegos y latinos, y de sus no menos amplios conocimientos del hebreo.(Cantar de los Cantares).
Obras:
Cantares en Octava Rima, año 1573 [5] , fecha de su encarcelamiento. Esta versión en poesía corrió de mano en mano, junto con la versión en prosa, y llegó como ésta a manos de la Inquisición.
Los escritores en la Edad Media solían asumir ellos mismos la función de leer y “recrear”, en cierto modo, una historia o un poema de un idioma diferente (digamos del latín o del griego) y traducirlo al inglés, francés, alemán, respectivamente. Sin embargo, muchos de estos escritores se tomarían la libertad de hacer algunos cambios, junto con la traducción, lo que daría lugar a un producto final que difería en gran medida del original. Esto sucedía porque la traducción se asociaba a menudo con el proceso de la interpretación en persona de los textos y los escritos, y los cambios no eran mal vistos, sino que les atribuían crédito y elogios dependiendo de lo bien que los llevarán a cabo. La traducción y la interpretación de los textos más antiguos, como los clásicos griegos y las fábulas y poemas romanos, fueron de nuevo el centro de atención pública también durante el Renacimiento, cuando la gente comenzó a ver retrospectivamente aquellos tiempos para encontrar en ellos la inspiración de cómo debería ser la vida. Era mucho más importante traducir hacia los idiomas que más y más personas pudieran entender, no sólo en latín, con el fin de que los clásicos tuvieran un alcance mucho más generalizado.
Entre los siglos VIII y IX se realizaron las primeras traducciones del latín a las lenguas vernáculas, principalmente en los pueblos germánicos. Además, en Inglaterra Beda (672 – 27 de mayo de 735) fue un monje benedictino en el monasterio de Saint Peter en Monkwearmouth (hoy en día parte de Sunderland), y de su monasterio adjunto, Saint Paul, actualmente Jarrow) hacer traducir a la lengua popular las oraciones y los cantos latinos para analfabetos.
Alfredo el Grande (849-901) planeó la traducción de todos los libros del latín que le parecían necesarios para la instrucción de los anglosajones, al inglés antiguo. Para esto, reunió un equipo de traductores, que constituyeron hasta cierto punto la primera «escuela de traductores» de Europa.
En el campo de la traducción se tenía en cuenta dos factores: el desprecio hacia la lengua vernácula y la aceptación de traducciones oscuras. Las lenguas romances eran inmediatamente consideradas inferiores. Se pensaba que el latín una lengua perfecta y, las romances como imperfectas y con falta de capacidad lingüística para expresar conceptos. Por eso, cualquiera de estas lenguas romances, incluyendo el castellano, no tenían conceptos equivalentes a los latinos.
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